DE TI APRENDÍ De ti aprendí a borrar las letras de lapicero con miga de pan, a sacar punta al lápiz con un cuchillo; que cada cosa tiene un sitio y cada sitio es para una cosa, que por las noches nos vamos a Madrid y por el día nos quedamos aquí, que es mejor dejarlo a la hora precisa. Tú me enseñaste que cuando mejor te sientes, más sereno estás y mejor comprendes, que no se puede ir a todas las fiestas, cómo hay que silbar, que a veces no hay nada que temer, que no hemos tenido demasiada suerte pero tampoco mala, que hay que ir a lo hecho, que no conviene sentirse hundido. De ti aprendí que es posible no ser malhecho, que hay que respetar, porque sí; me enseñaste distintas caligrafías, me demostraste que presentar las cosas antes de ajustarlas evita desquicios. Aprendí de ti que, para comer, un par de vueltas y para adentro, que ¿dónde vamos? a Portugalete, me enseñaste a percusionar canciones como "Una copita de anís", que hay amigos en todas partes. De ti aprendí que no...
Comentarios
Publicar un comentario