Historia de la infamia (local). Una pretensión que supongo que la ha tenido bastante gente es ésta: contar la historia de la infamia, de los crímenes y delitos de los que tenemos noticia, de otra forma. Sin venirse a la vida del asesino, lo que pensaba, lo que sufrió de niño, la manera en que cometía sus terribles fechorías, cómo lo cazaron y cómo murió. No creo en eso del mal, creo en la psicología y la psiquiatría. La otra forma sería acercarse a la vida de las víctimas, sus nombre, cómo vivieron y cómo, un día, se cruzaron con un cabrón y perdieron el mayor tesoro que tenemos, su vida. No importa aquí el asesino, simplemente importa que la policía haga su trabajo, lo pille, le acusen y le condenen, nada más. A partir de ahí, es trabajo de él mismo, de la institución donde cumpla condena y de los psiquiatras. Nunca compraría un libro de un asesino que cuenta su historia, aunque confieso que he leído alguno: - "Huye, hombre, huye". - Suárez Gamboa. Etarra arrepentido