Serie R. Cap. 9. REPOBLACIÓN (fantasma).
"Reflexiones desde una perspectiva antropológica:
Patrimonio histórico, artístico, arqueológico; lingüístico, bibliográfico, documental; arquitectónico, paleontológico, ecológico-natural, medioambiental, paisajístico... etnológico, etc.
El contenido central del patrimonio cultural es la Cultura y su diversidad. Desde la antropología entendemos el patrimonio como las formas de vida de los grupos humanos y sus manifestaciones, sean éstas materiales o inmateriales, pretéritas o presentes. Y aunque el patrimonio está cargado de la connotación histórica, que deriva de la asunción del patrimonio como la herencia colectiva que recibimos de las generaciones que nos precedieron, no por ello debemos renunciar a la visión viva, dinámica y sincrónica que implica también el patrimonio.
El patrimonio son las formas culturales, pero también las personas (sus conocimientos, saberes...) y ellas mismas en calidad tanto de portadores como de depositarios del patrimonio. Interesa la transmisión del conocimiento de la cultura, la cultura es cambiante, procesual.
Es tan necesario el conocimiento, etc. del patrimonio cultural, como la concienciación de que tales recursos se dan en sociedades concretas. Hay que insertar, en consecuencia, el conocimiento de la cultura en la propia vida de los individuos desde un enfoque no sólo arqueologista, sino también dinámico, cual es el que encierran en sí los procesos del cambio sociocultural.
La investigación sobre el patrimonio cultural no debe restringuirse a las recolección de un conjunto de objetos o bienes (muebles e inmuebles) inventariables, sino al conjunto de formas culturales de una sociedad. El sujeto del patrimonio es la sociedad y el patrimonio, sus formas culturales concretas. La cultura no material (costumbres, fiestas, juegos, la tradición oral -romanceros, cuenteros, legendarios, refraneros, cancioneros...-, las instituciones, los valores, las cosmovisiones y las creencias, etc.) es también patrimonio, en su concepción integral, que debe ser conocido, protegido y recuperado. Asegurar el conocimiento y la protección del patrimonio cultural exige la realización de programas y planes de actuación, o lo que es lo mismo, contar con especialistas, presupuestos específicos e infraestructuras. Sería conveniente iniciar proyectos de inventariado y catalogación del patrimonio etnológico en su vertiente material e inmaterial."
(Javier Marcos Arévalo)
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