Serie R. Cap. 6. ESCULTURAS. 2004
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En Melilla pueden verse una serie de esculturas de Mustafa Arruf en el paseo marítimo. Son buenas, a mi parecer. Los de la ciudad autónoma convocaron un concurso para elegir el texto que pusiera palabras a las esculturas. No recuerdo las bases ni entendí demasiado el premio ni lo que querían. Yo me iba a ir de la ciudad, probablemente para siempre, así es que me vine arriba, escribí palabras para cada una de las esculturas y, al tiempo, me despedí de aquel sitio. Mientras escribía, no me sentí mal. Como es lógico, no hicieron ni caso a mi texto, seguro que iría ala papelera más cercana. Pero me desquité. En un juego de identidades, firmé como Hamida, que es un nombre masculino, pero que a nosotros nos suena femenino, y a veces escribía en femenino, para confundir, si acaso, y enturbiar eso del sexo de quien escribe, una persona. Y si no lo hice bien entonces, desquitarme bien, lo hago ahora. Cerrando heridas, que ya solo serán cicatrices. Y no me siento infeliz, incluso cuando dejo de escribir.
Lo leí en el periódico, la convocatoria y las escuetas bases del concurso. 10 esculturas frente al mar. Cogí una libreta y me fui al paseo marítimo. No iba a ganar, lo sabía, no me importaba y ni siquiera me iba a ceñir a las pautas pedidas. Sopongo que pedías unos cuantos versos, líneas, que pudieran leerse en la ecultura. Yo me iba a desahogar y decir todo lo quería decir. Esta era mi despedida a esta imbécil ciudad (tan imbécil como todas).
Era el año 2004 y fue así:
Consejería de Cultura de la Ciudad Autónoma de Melilla`
Poemas para diez esculturas del artista Mustafa Arruf.
Paseo Marítimo.
Fecha límite de presentación: 31 de mayo de 2004.
Poemas de entre 8 y 16 versos. Número de ejemplares a presentar: ilimitado.
Nombre del autor: Hamida Recio.
A Melilla, en 4 palabras:
4 años tímidos y 1 transformación: al cabo, verdades han de respirarse al mirar atrás; limpiemos por hoy el aire y el agua. Eres
lo que debes hacer. Eres lo que perdiste, eres lo que pareces.
Pero también lo que haces sin deber, también
lo que no has hecho, lo que has dejado por hacer
o lo que nunca pareciste. Cada día empezamos a ser.
Atravieso el mar de tonos verdes y llego donde la tierra sigue.
Un río es mi recuerdo, y voy aprendiendo del agua que me falta.
Paseo a la orilla del mar,
y encuentro: ( y -os- agradezco )
Un voto al concilio del agradecimiento,
por este día en el que encuentro: una invitación, un pretexto,
una excusa, un motivo - tan escasos y distraídos a veces -.
Y tal vez una sorpresa, que hace de mis pensamientos
(viscerales) modesta poesía: prosaica, ficticia, siempre
en el aire. Esto surge cuando una, en su intento de ponerle nombre,
música, forma, lenguaje, comunicación, a la tarde alentada,
se topa de cara con una ocasión en bandeja de plata. Así,
tranquiliza el espíritu, canaliza sus vivencias, quien se expresa.
Porque vacía, desnuda (se), reconcilia el tiempo con el cuerpo,
con los seres, con los objetos, con las cosas del mundo,
que no quieren, al fin, ser más que eso: sentido, destino; belleza,
tan sólo, si se quiere, en sí misma; momentos sin importancia,
esencia de cualquier razón, flujo de valores, hálito, amenaza de felicidad: desnudarse y vestir la tarde.
Ahí les quedo mis palabras prestadas. Lo escrito, dicho queda:
cojan ustedes, lectores intencionados (obligados), según su capricho, una parte, una frase, una letra, o nada. La palabra hoy no necesita más resultados. Agradecida por la oportunidad sugerida de ejercitar
mi pasión, mi sentir y dejar una huella que alguien pudiera RASTREAR.
HAMIDA RECIDO
Porque tú eres tan dulce, y yo soy lo mejor para ti.
Sé que lo conseguiré, voz de miel: tus ojos (a lo lejos)
y mis mañas de bruja están aquí.
El amor está dentro de mí, tú lo alimentas, tú
lo mantienes vivo. Pero el amor,
dulce mitología de mis deseos,
nunca ya me dejará. Aunque tú te fueras.
Tus ojos y mi esperanza están ya adentro.
(Estatua de amor)
(ELLAS)
LAS 10 FORMAS
FRENTE AL MAR
POEMAS
PARA DIEZ
ESCULTURAS
DE MUSTAFA ARRUF
por HAMIDA RECIO
llegué hasta aquí
con la
mirada afectada,
en un paseo sereno
por el zaguán del mundo.
Siempre cambia
algo
al mirar.
(Palabras esculpidas)
Proclamar una forma, definir un movimiento
(contar a qué sabe la piel)
¿dónde está la escala correcta del vocablo
que nos haga eternos? mas sin la palabra, no hay pensamiento.
Arte es describir, inmortalizar, valorar, exponer
la vida -y exponerse-.
El nombre y el arte sólo garantizan la creación
(y la memoria),
imita a la vida y arte serás.
Tú, yo, los nombres de nuestros actos y nuestros derechos
de nada servirían sin la resuelta vivencia
de cada una de nuestras células. Vivir
es compartirnos, entregarnos;
sorpresa,
me dije desde el espejo.
Paseo desde la Mar Chica hacia el Puerto de Melilla
10. Leyla
pátina de un instante. (Cuerpo) silueta silvestre africagrecolatina,
clásica desazón de una sirena. Técnica de olas... aquí me tienes; allí,
el mar: (mujer) tres mitades, construcción (destruye). El aire
se retuerce. Técnica de ola: de espaldas al frontón del mar; allá,
la montaña y el camino; tras de mí: la protección de unas manos.
Vivo en el sitio perfecto, los atardeceres me moldean,
el índice del libro de la vida soy.
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La vida está en mí como el oxígeno en el agua,
a veces duele su belleza, a veces tiene prisa por carbonizarse,
en ocasiones se vacía y espera un nuevo movimiento.
El amor está dentro de mí. Tú lo alimentas, lo avivas,
lo abasteces, lo lustras, lo enciendes. Pero aunque tú te vayas,
y ya no me mires, y ya no puedas buscarlo aquí, el amor,
mi amor, ya nunca me dejará.
La muerte de cada uno de los seres de este mundo
está en mí.
9. MURALLAS
(estuvo mi madre, estará mi hija)
NADA PODRÁ CONMIGO,
soy la expresión de una vida,
el
Arco...
que sujeta
una tormenta.
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Aunque los viajes
sean fugaces,
como los pensamientos,
las posturas (viaje también) son eternas,
cual la emoción recordada y la memoria popular.
8. Sara Nassima Sofia Nora Belén
charlar, cerca del paraíso,
los lugares de frontera son así,
manipulados, difíciles,
llenos de convenciones y
maravillas. Ricos,
sin pausa, sin olvido.
Al olvido no le da tiempo a digerir cada instante.
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Hasta fin de obra (permanezco), hasta que el destino desvele
mi nombre. Soy toda conciencia, acto deliberado que se repite
cada día, secuencia corporal, ecuánime saturación de muecas
espontáneas e interesadas, designación de algún deseo o algún dolor,
conjunto; frágil como el rayo en mis acciones y creencias, molde
del que saca su instante la realidad; la savia me toca la raíz, sonido
de una lengua universal y silencio, sola y libre en el pensamiento,
eclosión técnica del mejor caos, modo de existencia contundente
y rigurosa, hedonista y grave, templada y recia, voluptuosidad
que guarda los secretos de los que pasean,
porque dentro de mí encontró él lo que tú buscabas,
igual que ellos vieron en vosotros su principio y su fin.
Estatua: especie evolucionada de los seres vivos,
tiene (su) lenguaje en el testimonio sólido.
7. Luna Flecha Cuerpo
- las flechas (de mi cuerpo)
guían a los peces;
gira el faro, victoria - derrota,
se apaga y se enciende.
Murallas en mí.
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Nací un atardecer en un país sin nombre
(Vacíame)
No puedo evitar, al menos dos veces al día,
ser idéntica a mí
(Vacíame)
(Ser) hija de tus antepasados
Madre de tus imposibles
Tu futuro
(Vacía)
Soy el sentido de toda la materia
El molde de todas las ideas
Puerto de lágrimas
Religión vacía
Soy de nuestra especie
6. Regla
Esculpiendo el lenguaje:
en vez de piedra,
la palabra es martillo
y la voz cincel.
Se rompe
el clásico
prodigio del murmullo,
y la llovizna y el viento dejan
paso a los nombres,
esos truenos con que se carga
la tormenta presagiada.
Ministerio del cuerpo
para engañar al artista de hoy.
¿A quién, Regla, vieja vecina,
quieres engañar tú hoy?
(Ella) Es un viaje afortunado,
su brisa es la quietud.
Sin cambiar de postura,
ya pasan mil soles, cien mil lunas,
un millón de olas. Es un viaje de intenciones
y va recorriendo las miradas de los que, como las olas,
se acercan, le mandan, la admiran, le rozan,
se extrañan (sin saber por qué), se van:
olvidan, temen, protegen, corren, charlan.
Hay miles de posturas, caminos posibles,
todas vocacionales, todos intercambiables.
Aman, adoran, exigen y dudan.
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En un cuerpo
cabe toda violencia animal,
todo se hace hábito marcado;
(se contiene)
la esencia de la paz,
(la venganza) la lucha contra la ira,
el límite tras el que se esconde
la perfección.
Un Instante no puede abstraerse del día.
Un cuerpo no puede eludir la belleza de ser mirado, moldeado.
Por eso moldeo,
como si el mundo estuviera concebido
sólo para dar cobijo y abrigo al barro imaginado.
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Tu cuerpo crece en el movimiento.
El metal, en la forma, encuentra su savia y palpita
y se estira y contrae; va perdiendo los accidentales perfiles
de los nombres, para llegar a ser así,
sólo tu cuerpo.
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El mundo se mueve para que parezca que yo
nunca estoy parada.
Las montañas, las aves y los cuerpos celestes
miran al mar.
Yo miro con sosiego tu gesto,
escudriñando el contorno inabarcable de la vida en ti,
y pareces arrancada de mis adentros.
En tu tensión, sabes que sólo yo sé recordarte
mientras te alejas de mi lado.
¿De veras eres tú la misma
desde hace tantas edades, la reina de mi naturaleza?
Guelaya x Alborán
(se "entana") el guerrero
en su descanso y orto.
una isla inmensa eres (mujer),
anhelo de exploradores
(ERES)
el barro el hierro
en la mirada libre
el blando inabarcable
y ondulante Arquitectura
espejismo de sensual de
la una diosa
conciencia, que te rozó
con su aliento.
5. XUXI
contoneo
mil hijuelas y taimadas gaviotas,
capricho de las distancias abrazables,
FORMA.
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AREA DE EMBARQUE
Atraca un cuerpo navegante.
Cuello, hombro, torso, ombligo, matriz.
Vulva, muslo, tobillo.
Intersecciones claroscuras.
Viaje a mí.
No pienses, no actúes, imita (por instinto)
mi ligera existencia, el movimiento de mis contornos
estáticos y saciados, rígidos, familiares, sin selección.
El edificio que levanta mi piel,
un mausoleo a la vida. Estira el ser: magenta,
bronce, esperanza, testimonio, reto. Busca
en mí tus cicatrices, que mi cuerpo recoja
el llanto vivido, la alegría antigua,
la muerte azul, el dolor del rastro afecto
de esta parte del mar.
4. Altea Simbad
Cimbrearse: contoneo y respiración.
Tantas culturas me dibujaron, me distinguieron;
tantos empeños me destruyeron, que no bastaron nunca
para helar mi cimbreo. Por eso se recuerda mi gesto.
Y seguiré musitando, la savia en el metal,
en el espacio abierto, los puertos de ciudad abiertos,
así de bella, mostrando aquello que se confunde en ti y en mí,
nuestras posibles diferencias. Soy algo más que un nombre,
crestas privadas, compendio de todas las costumbres trabajadas
de los que me rodearon, aprendo y creo, una sola, un cuerpo
pródigo; en la tierra, reina del arte. Sólo los árboles,
mecidos por el viento, poseen una arquitectura así,
y sólo las olas y los rayos de sol, y la tierra, los animales
y todo lo que unas manos transforma, son tan necesarios como mi cuerpo,
fruto de mujer dispuesto a mil germinaciones.
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Pechos en alza sujetan las olas, dique latente,
desaprensiva soy al viento. Afiladas esquinas del vientre,
vuelan en mí aves no complacidas buscando semillas.
No soy completa, nunca, no soy estándar.
Surcar mis formas es aprender a no saltarse
una parte de la percepción divina.
No hay zapatos que puedan separarse de mis pies,
no hay derecho de inhibición,
no hay cuerpo extranjero. No me faltan fibras
ni células sobre mis pies estancos. Estoy.
3. TANIA
Deseo y silencio.
el viento me llevó el sombrero.
Que la sal me traiga (al) estático viaje,
LETANÍA del borde
preciso,
compendio de cien docenas de mujeres,
llena
de
evolución
contenida,
muda, absorbente,
como el árbol insustituible.
El viento se llevó mi cabello; sin zapatos, sin ropas,
sin sueños, simplemente
con todas las
miradas
dentro.
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COMPOSICIÓN
Caramelo garboso, zapato vetusto,
hombro de aceituna, hervor de harera en el estómago,
pan de códice en los labios, caderas de poniente,
concordia y ardor, tu cuerpo sin espinas.
Tu vientre
nunca fue pasado.
2. Casandra
Por hoy no pienso
contar a nadie
lo que se me ha ocurrido
hacer antes de que caiga el sol
tres veces.
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Despierta cada mañana iluminada
o brumosa, y ella nunca necesitó fumar,
nunca desesperó; ella sobrevuela la vida y su mayor problema
es contener su rebosante gesto de vida, con su ciencia
mediterránea: amplitud, desfonde, regreso.
Ella luce espinas interiores y suaves,
dosifica cada gota de agua y su armadura
está hecha de coraza de Alborán.
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ALBOR
Faltar a tu cita,
al pie de Casandra,
donde la alborada se estira
y la tarde se demora
para dejar que lleguen los retrasados,
es como traicionar a un Eneas en su lucha
por alcanzar su promesa.
1. arBUSTO plano
(Nunca) se me perdió esta mujer
que nació en mi capacidad de deseo espiral
... (siempre) la encontré en ti
un día como hoy.
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Me Iu Sonta Tercua Ehta Rosda Infa Onues,
Sanja Olaina Lum Ennpo N`pila GU Aiu Jadeltisca Er.
Ne la doeznecon per sulei tan
defa Màrvac sun ja-famoliú.
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Definición moderna de la tradición:
clásica en palabras desusadas
de una lengua muerta
y tal vez desconocida,
sin significado preconcebida.
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No necesitas consuelo (ni misterio),
sólo vida;
ni ropaje, ni maleta,
sólo vida.
El puente, la candela, agua.
Hecha del vuelo del rayo que rompe la sombra
(vida en alza).
Identidad
Así era yo
antes de evaporarme
y volver
convertida en sal, SAL
del Mediterráneo;
cuando el último de vosotros (seres animados)
DEJE de amarme, sentirme, moldearme;
cuando el último objeto desarmado
DEJE de soñar
con las infinitas Formas
de un cuerpo único/nuestro,
preciso,
ausente, justo,
que exige de nuestro movimiento
para fraguar su quietud,
volveré a marcharme, seré vapor que regresa.
Melilla, del 17 de marzo 10 de abril de 2004.
HAMIDA RECIO,
pseudónimo literario con el que firma...
J L M V, que desea quedar su verdadera identidad oculta.
Nacido en Cáceres el 28 de enero de 1968.
Residente en Melilla desde mayo de 2002,
este año, por motivos de trabajo, y hasta que el año que viene vuelva a Melilla,
estará en...
Les envío esta balbuceante colección de letras, consciente que en estas fechas no estoy en Melilla, aunque soy residente, y he vivido en cuatro barrios de la ciudad, a sabiendas de que es posible que no llegue a tiempo, y todo ello porque sé que mi forma oscura de escribir no suele pasar un pequeño análisis, y que por tanto, con mucho, alguien le echará un vistazo y acabará perdido en algún rincón. Melilla, más allá del Mediterráneo, allí donde el sur confluye con el norte, entre el alboroto. Me ha confortado ser capaz de soltar lastre, de conjugar palabras que a veces me obsesionan, y meterme en la piel de una estatua, la número once: un alma de mujer, aunque Hamida es nombre de varón, intentando librarme de los nombres, del género, del tiempo. Quedándome con sugerencias, deseos no precisados, vida sin explicaciones, como un animal que dedica todas sus fuerzas a vivir el momento y dejarse ver sólo lo preciso.
Agradecido.
No lo sé, pero tal vez el texto ganador fue este... Y si no (que no creo de Arrabal se viniera a concursar), algo así:
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