Serie Autores. Cap. ... Poetas del XX.








                                       


SIGLO XVI






  • Fray Luis de León
(Belmonte, 1527 o 1528-Madrigal de las Altas Torres, 1591)
Origen judeoconverso.
14 años. Salamanca. Orden de los agustinos.

Religioso agustino.

Profesor de universidad.

Traducción del Cantar de los cantares. Defensa del texto hebreo.
Denuncia y acusación: preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina (la traducción Vulgata de San Jerónimo) adoptada por el Concilio de Trento.
 
Cárcel.

En la universidad uno de sus alumnos fue  fray Juan de San Matías, que luego será conocido como San Juan de la Cruz.

Muere un 23 de agosto de 1591.
 
Juan de Almeida

Francisco de la Torre 

Juan del Grial
  • San Juan de la Cruz


Francisco de Aldana
Alonso de Ercilla
Fernando de Herrera

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SIGLO XX
  • ANTONIO MACHADO
27 de enero de 1939 "El poeta Antonio Machado cruzó la frontera francesa camino del exilio... Desde Barcelona hasta Portbou, entre la riada de españoles derrotados que arrastraban carretas con colchones y enseres, Machado, en compañía de su madre y de su hermano José, no pronunció una sola queja, ninguna maldición... En las paradas, sentado con el bastón entre las piernas, Machado habla de Fray Luis, de los clásicos italianos, recordaba historias de las tertulias de Madrid, tal vez llevaba en la memoria el sol de su infancia en Sevilla, mientras las tropas de Franco bombardeaban a la gente que corría despavorida por las cunetas, en medio de un enorme atasco de coches.
Pasaron una noche en un vagón en vía muerta 




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  • William Carlos Williams 
(Rutherford, Nueva Jersey, 1883 – ibídem1963
Estadounidense.
Vinculado al modernismo y al imagismo
Obra poética.

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El postmodernismo. 


Generación del 98.



PILAR VALDERRAMA.
Nace en Madrid el 27 de septiembre del año 1889.  
Su padre murió pronto. 
Recibe una educación religiosa, orientada a las lenguas y la literatura. Cuenta en sus memorias que de pequeña no sentía afinidad con otras niñas, y que en su internado la calificaban de "rara". 
Siendo aún muy joven, se casó y tuvo tres hijos. El matrimonio no funcionó. 
Leo esto: « Pilar asegura que tenía que escribir sus poemas sin que su marido lo notara, como si se tratara de un crimen. Sin embargo, algunas de las ilustraciones presentes en uno de sus libros, "Las piedras de Horeb", fueron hechos por el mismo marido, lo cual pone en duda que no aceptara la pasión de su esposa». Me parece un argumento da carambola para decir que la escritora miente. Que mienta o no una escritora no es cosa de la literatura, sino de las revistas del corazón; las ilustraciones no ponen de manifiesto que mienta, sino tan sólo que las utilizó para su libro. Yo te creo, Pilar.   
Luego de su separación, la joven poeta tuvo el honor de conocer a su máxima inspiración, Antonio Machado; era tal la devoción que sentía por sus poemas que podía recitarlos de memoria, cosa que no era capaz de hacer con sus propias creaciones.

Se convirtió, por arte y magia de la poesía, en Giomar, en lo poemas de Machado, aunque en la vida real siguiera siendo Pilar. 

Poemarios: "Las piedras de Horeb", "Esencias", "Huerto cerrado". 
Relato autobiográfico "Sí, soy Guiomar". 


Aquel café de barrio, destartalado y frío,
testigo silencioso de nuestras confidencias,
extremo de rigores, conjunto de inclemencias,
que sólo caldeaban tu corazón y el mío.

Viejo café de barrio, adonde yo acudía,
donde tú me esperabas con el alma impaciente,
y cada vez, al verme, coronaba tu frente
con un halo de luz la fugaz alegría.

Con nostálgico afán en vano te he buscado
queriendo en tus vestigios revivir un pasado
que inexorablemente para mí se ha perdido.

Nadie de ti sabía, todo estaba cambiado:
tus muros, tu recinto, la sombra de Machado
como un girón de niebla han desaparecido.


Fallece en Madrid el 15 de octubre de 1979
Tras la temprana muerte de su padre, 



El beso.





http://www.versosobrelpentagrama.com/content/pilar-de-valderrama





GENERACIÓN DEL 27.

LUIS CERNUDA


LEÓN FELIPE.



Constantino Kavafis.



Grupo poético de los 50
Brines, 
Claudio Rodríguez, 
José Ángel Valente.

Segunda Generación de la Post-guerra.

Francisco BRINES.
Francisco Brines Bañó. 
Nació en Oliva, Valencia, el 22 de enero de 1932
Estudió Derecho en Deusto, Valencia y Salamanca y cursó estudios de Filosofía y Letras en Madrid.
1959. Las brasas. Premio Adonais de Poesía. 
1967. Palabras en la oscuridad.  Premio Nacional de la Crítica. premio de la Artes Valencianas.
1987. El otoño de las rosas.  Premio Nacional de Literatura.
1998. La última costa
Elegido libro del año por el suplemento cultura del ABC. 
1998. Premio Fastenrath. 
1999. Premio Nacional de la Letras Españolas. 
En 2001 le nombran Académico de la RAE. Ocupa la silla vacante tras el fallecimiento del dramaturgo Antonio Buero.
2010. Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
Premio Adonais.

Premio Nacional de Poesía. 
Poesía "elegíaca". "Continuadora de Luis Cernuda y Constantino Kavafis". Se dice que es uno de los poetas actuales de más hondo acento elegíaco. Pertenece a la segunda generación de la post-guerra,  y junto a Claudio Rodríguez y José Ángel Valente, entre otros, conformó el «Grupo de los años 50».
Profesor de español en la Universidad de Oxford y lector de literatura española en Cambridge. 


                                                   A punto de un viaje en coche

                                                             Las ventanas reflejan
                                                             el fuego de poniente
                                                             y flota una luz gris
                                                             que ha venido del mar.
                                                             En mí quiere quedarse
                                                             el día, que se muere,
                                                             como si yo, al mirarle,
                                                             lo pudiera salvar.
                                                             Y quién hay que me mire
                                                             y que pueda salvarme.
                                                             La luz se ha vuelto negra
                                                              y se ha borrado el mar.




PABLO NERUDA. 



Octavio Paz.



JOSÉ ÁNGEL VALENTE.

CLAUDIO RODRÍGUEZ. 




ÁNGEL GONZÁLEZ.


GENERACIÓN DEL 50.


JAIME GIL DE BIEDMA.
Jaime Gil de Biedma y Alba (Barcelona, 13 de noviembre de 1929-Barcelona, 8 de enero de 1990)​.
Incluido en la Generación del 50.


2009. Película: El cónsul de SodomaDirigida por Sigfrid Monleón. Estrenada en 2010.


Desde la soledad.
Desde aquí, solitario, sin ti, te escribo ahora.
Estoy sin ti y tu vida de mi vivir se adueña.
Yo quisiera decirte que en mi pupila mora
tu figurita tan leve como la luz pequeña.
Nunca supe decirte cómo tu amor es mío,
cómo yo no he mirado la realidad por verte,
y cómo al contemplarte yo me sentí vacío,
y cuánto yo he querido ser para merecerte.
Y cuánto yo he querido ser alcanzar, porque fuese
tu mirada orgullosa de haberme amado un día;
de haberse detenido sobre mí, sobre ese
corazón tan menudo que nadie lo veía.
Corazón tan menudo que tanto has conocido
en su mínimo acento que tu presencia nombra,
y que es dentro del pecho como un leve quejido,
como una mano leve que arañase una sombra.







Ana Rosetti.


Pablo García Baena.
Pablo García Baena en Córdoba, allí nació, vivió, murió en el año 2018, el 14 de enero. Nació en 1923.



José María Valverde.

Valhondo.



ÁLVARO VALVERDE.

Álvaro Valverde
 Profesor de Literatura Española del Departamento de Filología Hispánica y decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la joven Universidad de Extremadura, reconocido bibliófilo y estudioso de la literatura de Vanguardia, la poesía del 900 y del Veintisiete, así como de la obra de Cernuda o Gerardo Diego (fue premio 'Gerardo Diego de investigación poética' por un ensayo sobre su conocida obra Manual de espuma) José Luis Bernal Salgado (Cáceres, 1959) publica su tercer libro de poesía, Tratado de ignorancia, en la colección Luna de Poniente (de la luna libros). Hasta aquí nada parece extraordinario, salvo la parquedad bibliográfica en lo que a la literatura de creación se refiere para un poeta cincuentón. Lo que el lector debe saber es que, desde que publicó su segunda entrega poética, El alba de las rosas, hasta ahora, han transcurrido veinticinco años. Esto, lejos de ser un hecho anecdótico, da a los poemas reunidos aquí un sesgo y una intensidad llamativas, por más que sean el tono conversacional, los modales clásicos y la elegante discreción rasgos principales de su estilo. Un estilo, permítanme recurrir al tópico, que, en este caso al menos, es el hombre. Doy fe. Conoce uno de antiguo al autor. Formé parte del jurado (junto a Juan Manuel Rozas y Ángel Campos, entre otros) que le concedió el primer Premio Constitución a su ópera prima, Primavera invertida (1984). Poco o nada tienen que ver estos versos con aquellos, aunque el que los escribió sea el mismo. En cierto modo, leído lo leído, éste podría parecer un primer libro si no fuera por la carga de experiencia y la solvencia expresiva, digamos, que contiene. Desde la madurez, sí, que no se oculta, nos tememos que más allá de la mitad del camino de la vida, Bernal entona su íntimo canto, de carácter elegíaco, que, en efecto, no puede sustraerse, de una parte, a la melancolía y, de otra, a la celebración de este vivir en un tiempo acaso de descuento si consideramos el balance. Tal vez por eso se nota tanto que el poeta no necesita epatar, ni hacerse el interesante, ni recurrir a coheterías y otras retóricas para hacernos llegar por medio de la voz, apacible y meditativa, su pequeña verdad. Lo genuino, que diría Bishop.

Los poemas de Tratado de ignorancia, líneas rescatadas a la memoria y al olvido, se alzan uno a uno con la debida autonomía, sí, pero formando a la vez un corpus unitario; libro concebido como tal, a la postre. Por el tono, claro, armónico en lo diverso, y por lo que todos tienen de reflexión en torno a un eje central que se sustenta, a mi modo de ver, entre las enseñanzas de la edad (con su amargo rimero de pérdidas, derrumbes, frustraciones y derrotas) y la serena aceptación del inestable presente, pródigo en alegrías por el sencillo hecho de que al fin y al cabo se vive. Por ahora, pues Bernal nunca pierde de vista el inevitable, fatídico futuro, que está escrito.
Comienza Bernal con "Breve tratado de ignorancia" (dedicado a Carnero, otro poeta profesor o viceversa), donde leemos (con Gracián): "He destinado algunos de mis trabajos al juicio, / este se lo dedico a la ignorancia". Su último verso alude al que "ha mudado el alma".
Le siguen poemas espléndidos como "Insomnio" ("hasta este misma edad en que mi Padre / comenzó su batalla con la muerte"), "Vidas paralelas" ("la edad me está enseñando / a ver mirando a ciegas"), "La osadía" ("-una historia de estragos-"), "Recuerdos", "Certidumbre de la muerte" (que termina: "menos la muerte misma / la muerte es tan hermosa / por cernernos la vida, / que merece la pena / vivir por merecerla"), "Certezas ("El color del amor / es el olvido. / El color de la muerte, la memoria"), "Aniversario" (un hermoso poema de amor), "Emaús" (con el franciscano Pacífico y sus amigos al fondo, toda una escuela de ética que, como en el caso de Basilio Sánchez, ha dado en estética)...
Uno de los poemas más emocionantes (y duros) de un libro donde la intensidad, ya se ve, cunde es, sin duda, "Otoño", dedicado a Elías Moro y a la Cosecha del 59: "Pensé que debería decir a mis amigos / que ha llegado la hora de dar un golpe seco..." (...) "Decirles que nos queda poco tiempo y maltrecho / para dar las respuestas a todas las preguntas / que la edad nos escupe con obstinada furia." Da, me parece, la medida justa del volumen y, como paradigma, precisa la poética de José Luis Bernal. A los amigos dedica también otros poemas: a Castelo uno donde se cruzan Pedro de Lorenzo y Eliot. "Agenda", a Fernando T. Pérez y Ángel Campos. O "P. D. C.", esto es, Paco Díaz de Castro, otro de la misma estirpe de "poetas profesores".
Como buen filólogo, las palabras -el lenguaje- son fundamentales aquí, Esas que, como explica en el poema que cierra el ciclo, "Las palabras", tanto se le han resistido estos años: "Las palabras han tardado como las lluvias." "He esperado paciente, / tras años de silencio", continúa. Con todo, se abrieron paso y salieron, que es lo que importa. "Ellas saben de mí / algo más que yo de ellas, / conocen los olvidos y los dones, / la precisa razón que me empuja a vivir, / y a recordar que vivo / contra viento y marea."
Este era para algunos un libro muy esperado. Me alegro de que se integre al fin en una simbólica colección llamada a perdurar. Pocos versos ha dado José Luis Bernal a la imprenta, es evidente, pero eso no impide que se le considere uno de los poetas esenciales de la poesía extremeña y española de su época. Sobre todo, cierto es, por este libro. 
(Publicado por De Luna Libros, Editorial La luna de Mérida, señalando que está publicado por Álvaro Valverde en su blog)

PABLO GARCÍA BAENA.
(Córdoba, 29 de junio de 1923-Córdoba, 19 de enero de 2018

Luis Maristany


Vicente Núñez.


Vicente Zaragoza Sesmero. 


José Luis Bernal.
Libro de poemas titulado Tratado de ignorancia. Veinticuatro poemas que meditan sobre el amor, la muerte y el inevitable paso del tiempo, poemas de madurez, con un tono melancólico. Considerado uno de los mejores libros de poesía de los últimos años, Tratado de ignorancia supone la vuelta de Bernal después de un largo período desde que publicara su anterior libro de poemas, en el año 89.



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